domingo, 26 de julio de 2009

de http://te-imaginas.blogspot.com/

Funerales de blanco


Mis pies avanzan lentamente por el camino de tierra que me marca el rumbo; quizás no ha sido la mejor decisión llevar mis zapatos negros de tacón grueso, pero los necesitaba para estar a la altura de las circunstancias. Me fijo en ellos porque llevo la cabeza gacha, para que nadie pueda ver las lágrimas de mis ojos, aunque están detrás de mis inseparables gafas de sol su recorrido por mi mejilla es fácilmente visible; me basta con seguirle los pasos al chico que llevo delante, o a cualquiera de las demás personas para no perder el rumbo, así que mirar adelante ahora mismo es lo de menos... y es que hoy, tanto ellos como yo, avanzamos por el camino cargando sobre nuestros hombros el ataúd de cuatro amigos que nos dejan; un ataúd demasiado grande, y que pesa demasiado para cualquiera.

No sólo es un ataúd lleno de recuerdos, risas y llantos; no sólo es un ataúd con cuatro cuerpos abandonados injustamente... ahí dentro, descansan los restos de una era entera que nos ha unido a todos los que cargamos esa caja a hombros y que tantas cosas nos ha dado. Por eso estamos aquí, porque esta responsabilidad venía con el cargo que decidí ocupar y aunque algunos lo asuman con peores pulgas, todos estamos de acuerdo en que es el momento de rendir homenaje a los que se van y trazar una línea tras la que cada uno decidirá si quiere seguir o no.
Todavía me cuesta creer que sean los cuerpos de Gonzalo, Silvia, Kike y Nelson los que llevamos... y aunque, tampoco hace falta engañarnos, algunos nos duelen más que otros, sus cuatro tragedias han venido de la mano y las han hecho a cada cuál, más dura...
El agente de color que entró en la comisaría prometiendo aportar un aire fresco a "la patrulla basura" se marcha antes de que nos haya dado tiempo a conocerle de verdad... aunque quizás así, recordaremos de él sólo los buenos momentos y las risas.
Kike, el primero que defendió el papel de los homosexuales dentro de la serie, no hay que olvidarlo, deja coja a una pandilla hasta ahora inseparable,que necesitaba de su ironía y su sarcasmo para tirar adelante... y sobretodo, deja cojo su mejor amigo, que ya se quitó la careta de tipo duro en su día... y de bien seguro, después de esto, no podrá volver a ponérsela más...
Silvia se marcha dejando desolada a toda la comisaría... Padre, sobrina, cuñado, ex-marido, múltiples amigos y ex-concuñada y ahora esposa... porque sin ella el colectivo de las Pepsi se queda huérfano, y los demás, nos quedamos sin nuestra pelirroja de los desequilibrios emocionales favorita... sin la doctora Castro que tenía una respuesta para todo y una sonrisa que a pesar de que tardara en salir, siempre arreglaba algo.
Por último... Gonzalo nos deja sin haber podido enseñarnos todo de lo que es capaz... sin haber podido lucir esa corbata naranja a juego con el vestido de Rita en el baile de la boda y sin haber podido luchar para que eso saliera adelante. El "ritmo" de su corazón se paró mientras la abrazaba... y aunque algunos hayan tachado de cobarde su actitud ante el disparo, yo no puedo encontrar nada más heroico que intentar evitar que aquellos que te rodean sufran por algo que tú sabes bien que ya no tiene remedio.





Y son esa clase de heroicidades... ofrecerse a salir a buscar un rifle protegidos on un ligero escudo metálico, guiar tu propia operación en una bodega a oscuras o asegurarte hasta el último minuto de que la gente a quien quieras no sufra más de lo necesario... las que aligeran el peso y me hacen sostener la caja con orgullo y delicadez... parece que ya casi puedo levantar la vista sin miedo y observar que a los lados del camino cada vez hay más y más gente... A algunos les conozco, a otros no, otros parecen conocerme pero entienden que no es el mejor momento para presentaciones.
El camino se acerca a su fin y tras hacer el esfuerzo de subir la última cuesta, puedo contemplar el escenario de ese homenaje que tanto se merecen, todo está ya listo; las flores, las banderas, las medallas póstumas... así que todos entendemos que nuestro papel termina aquí y es hora de pasar a un segundo plano y dejar que sean ellos los protagonistas. Me doy la vuelta con la cabeza gacha, otra vez y me dispongo a retirarme con el resto de la gente... pero algo me llama la atención; a lo lejos, detrás de todos los asistentes hay una pareja apoyada en un árbol... él, vestido de traje y con gafas de sol, la rodea a con sus brazos dejando que se apoye en su cuerpo... ella, con la melena rubia recogida a un lado y luciendo un bonito vestido de tonos verdosos ladea su cabeza para apoyarla en su pecho. Ambos parecen destrozados y buscan consuelo el uno en el otro, pero no parecen querer venir a compartirlo con nadie más; tienen detrás de ellos un mercedes descapotado listo para marcharse... y sólo ellos saben si van a volver o no.

Quizás otro día os hable de ellos con más detalle...

Hasta siempre Nelson, Kike, Silvia y Gonzalo; siempre formaréis parte de esta gran familia.







1 comentarios:

Luciérnaga Feroz dijo...

Aguante el flaco qe me gusta a mi..que no tengo idea el nombre pero es el qe no es gonzalo. Mañana es mi cumple y nos vemos :) y me das el cartel de ruru ♥
Beso male!

Publicar un comentario